
Inma. Mariví. Alberto. I+M+A
26-06-2011
Tal como se había acordado llegó la segunda partida
fijada para una hora antes de la medianoche
bajo los acordes de un magistral festival de jazz con notas de bluss,
en la concurrencia del diván de la expectación máxima.
Las ganas inmensas y, el soplo divino,
en la inmaculada mácula del Carmen.
Aquella carta en la manga conocida como el As de Picas,
se quedó corta entre sus zarandajas
por la espectacularidad llegada de un trio de ases
reunidos en el apretado mundo del orgullo Gay.
Una partida convertida en lo más excitante y sensual de la noche
por entrar en juego el rey de trébol y la reina de corazones
en el aseo consentido de un descanso intermedio.
Al transmutar la poesía y vivir como vício
lo que no era capaz de escribir.
El rojo carmesí, el verde manzana y el rubio cálido de aquél cabello,
se desnudaron al barajarlos fuertemente sobre los pechos con denuedo
y con toda la fuerza de la música.
Una noche más en el expectáculo, expectación y juego
vivió con ellos.
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