Salida del metro en Xativa, sin prisas,
ante la elevadora escalera mecánica, divisando
al fondo dos voces perdidas que preguntan
por la calle Ribera, cuando están en ella,
a una camisela azul y brillando como platos
dos ojos y una impresionante sonrisa.
Dos besos y, andando, dos cuerpos del brazo
de la pausa y el calor sofocante.
Callejenado, una conversación sin reparos
ni semáforos, la estrechez
y la cultura y gente caminando,
entre plazas y terrazas, la reina,
en su trono de grandeza.
Surcando caballeros, idas y venidas,
y entre quart y cañete,
y con arte, una banda de música y su excelencia:
el himno nacional y el pasodoble Valencia,
el santo beato Gaspar de Bono
y tres figuras de baraja española
en la pared graffiteando.
En abrazo compartido y profundo
el paseo sosegado de la noche
recorre cada paso que damos.