sábado, 2 de julio de 2011

Trebol. Una jugada Calcatta.



Inma. Mariví. Alberto. I+M+A

02-06-2011


Se precipitaban las horas en el reloj del bibliocafé
y la llegada prevista en mi mente dejaría de ser sorpresa
si no hacía presencia en el momento preciso
de los que llegando por la noche
pasaban a pasear sus cuentos negros por azar.
Pero el tiempo hizo justicia, y mi ausencia acercó su presencia,
y a la hora convenida y ante las personas previstas
la voz se fue alejando del destino con lentitud.
Cuatro relatos dramáticos entre aplausos y sonrisas
fueron predecesores de un mundo al revés
donde miles de tarjetas entre manos jóvenes
pasaban a ser las incitadoras cartas del juego ganador.
El jazz entraba de nuevo, entre nuestras mentes
y aquél estrecho y trasnochado local de la calle baja
donde, solamente, llegábamos tarde, para recordar
la culpa de aquellos montaditos que entre amenizada charla
nos habían servido, en parte, para cenar.
Tal vez aquél negrito y su plaza, o aquél posible viaje a Italia
ofrecido por una mulata en un moderno puf
fuesen otro cuento, entre bolas amarillas y negras de Cutty Sark,
o tal vez una entrada previa para volver a jugar
a sabiendas de que ninguno queríamos tomar alcohol.
Una jugada "calcata", que repetimos sin tomar,
en el mejor escenario gótico donde la conversación
nos llevó a recordar que aunque no viajásemos a Italia,
allí, como Romeo y Julieta, también se podría
vivir de amor.





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