jueves, 9 de febrero de 2012

El Pulso



Alberto Villén Pinilla


En Babia, pero muy concentrados,
el inglés se interpuso en la voz nacida
y deshizo las intenciones queridas
compartiendo mesa.
Vigilante el búho ululaba entre pechos,
canciones, visiones y recuerdos.
Te quiero, dijiste, caída del cielo, muñequita linda
tanto como entonces;
y añadiste el acento valenciano
haciendo de otras voces en directo.
Eras tú la que  al despertar
te revelabas sin color,
más al sur de la distancia,
para dejarme descansar entre tus manos,
y huir del secuestro del reloj.
Los reyes estaban en Babia
pero se ausentaron las princesas.
Los defectos de los padres
no deben pagarlo los hijos nos dijo,
entre el alcohol evaporado de sus labios,
una morena que no supimos de quién era hija.
Y atrevidos y bien mandados entramos
a buscar al hombre del bigote blanco
y a darle el recado que nos había dado,
echando como despedida un pulso
con el honor joven (Leonor Jovani)
y salvaguardándonos en el mensaje:
“Decidle que lo espero al salir del metro
bajo el ritmo de Tam-Tam”.

sábado, 4 de febrero de 2012

Desde Rivendel


Lis. Inma. Mariví. Alberto       L+I+M+A


03-02-2012   Alberto Villén Pinilla


En el interior del rivendel  se extenúa la música
en una cuadricula donde nanas y fados
compiten estrechamente, entre acústico y voz,
un deje y un relamido acento portugués.
Barcos de enero y en la puerta de la iglesia
una niña del mundo
que quiere regresar y bailar conmigo,
para aprender, en la biblioteca del valls y el tango,
a cantar en la calle  del hospital y desde el corazón
grita y grita pidiendo el auxilio
que otorga el amor.
Esquilmando el frío el estrecho de los amigos
queda con el abandono del más inmaculado
en una escalada sin cordada
donde el músculo fue bordando
la fibra del reparto.
Así nos tocaba a más ,siendo menos,
uno en radio Habana y dos en Honolulú
y, macerando la noche,
flor canela.